Cuando vamos a llevar a cabo una inversión, es normal que nos aparezcan miedos, y más cuando hablamos de una inversión inmobiliaria.
Toda inversión tiene vinculado un riesgo.
Pero como se dice en el gremio… cuanta más rentabilidad, más riesgo.
Cuanto más riesgo asumamos, más rentabilidad obtendremos.
Os vamos a contar cuales son las mayores dudas que nos suelen venir a la mente, y ¿por qué?
Ya que no sólo está la duda de… ¿perderemos el dinero?
- Tenemos hipoteca, y tenemos tipo de interés variable. Ahora el Euribor está negativo… ¿pero y si sube y la cuota de la hipoteca es superior a lo que cobramos de alquiler?
- ¿Y si el precio de la vivienda baja los próximos 5 años? Y cuando queramos venderla… ¿perdemos dinero?
- ¿Y si no pagan el alquiler?
- ¿Y si me okupan el piso?
Bien para todas estas cuestiones, tenemos respuesta.
Para la primera de ellas, diremos, que, en este caso, si quieres asegurarte de que no te suban la cuota de la hipoteca, deberás de elegir hipoteca a tipo fijo. Pagarás más intereses, al menos, ahora, pero no vas a tener sustos de subidas.
En segundo lugar, en caso de que el precio de la vivienda baje…tendremos que calcular qué rentabilidad le hemos sacado a la vivienda durante todos los años en los que la hemos tenido alquilada. Es un dinero que hemos ido ingresando durante meses y tendremos que tenerlo en cuenta. Aunque vendas la vivienda por debajo del precio al que la compraste… seguramente, le habrás sacado beneficio.
Para la tercera y cuarta cuestión, hay que elegir muy bien el perfil de inquilino y asegurarnos mediante diferentes mecanismos, que nos pagarán religiosamente y que no nos okuparán la vivienda.
Como siempre decimos, cada uno de nosotros tenemos un perfil de riesgo completamente diferente, por lo que no siempre van a ser las mismas soluciones para cada uno de nosotros.
Algunos nos atreveremos más que otros y seremos capaces de asumir un mayor riesgo, lo que, en teoría, nos repercutirá una mayor rentabilidad.